Viernes Santo es el punto de partida para la película "Madeinusa" de la joven directora Claudia Llosa, 29 años, peruana, afincada en Barcelona y que ha visto realizado su sueño: rodar una película con su propio guión. Cuando hace unos meses, con motivo del Festival Sundance, leí por primera vez el argumento sentí envidia por una idea tan simple y poderosa, que se explica con una frase pero sugiere miles de imágenes, escenas, sucesos y nunca se agota.
Según Rocangliolo, Claudia Llosa "... era una publicista con pelo rojo y sonrisa iridiscente. Usaba unas botas tan altas que caerse le podría haber costado una fractura de cadera. Y frecuentemente llegaba a la clase con una bolsa de compras porque acababa de descubrir una tienda nueva que, simplemente, no podía dejar pasar. Vivía en un apartamento del barrio de Malasaña, donde organizaba fiestas en las que aparecían guitarristas de Senegal y diseñadores portugueses. Iba de vacaciones a la fiesta del orgullo gay de Berlín o al festival de Cannes. En suma, era una de esas personas con tal halo de glamour a su alrededor que sólo podía haber salido de un comercial de televisión. (...)
... el talento de Claudia se ha abierto paso por sí mismo, pero también de que incluso un talento así necesita estar acompañado por una voluntad capaz de tumbar todos los obstáculos, como una fuerza de la naturaleza con el pelo rojo".
Jesucristo está muerto y Dios no ve. O eso creen en Manayaycuna tal día como hoy a partir de las tres de la tarde.
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